Escritos

¿DE QUÉ GRUPO YO SOY?

«Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. Y los que habían comido eran unos 5.000 hombres, sin contar mujeres y niños. Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. 25.Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.» Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.» «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. 30.Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!» Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?» Subieron a la barca y amainó el viento. 33.Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»» Mt 14, 21-33

La necesidad de pertenencia es una de las principales entre las necesidades humanas. Desde que nacemos formamos parte de algún grupo, iniciando con la familia, el colegio, el club deportivo, parroquia, y entre otros. En la vida de fe, cada uno sin darse cuenta va formando parte de un grupo de personas que probablemente no están establecidas como tal, sin embargo, su manera de pensar y actuar le delatan. En el texto bíblico de cabecera que leímos hay cuatro tipos de personas que forman parte de un grupo que piensa de dicho modo, porque su proceder es así.

  • Los “come pan”:

En este grupo están las personas que comieron pan hasta que se saciaron. Estas personas eran parte de un conglomerado de gente que había recibido sanación física e interior por parte del Señor minutos antes. Estos representan a las personas que se acercan a la iglesia o al señor buscando oración por una situación concreta, con hambre de algo en específico, sin embargo, su vida esta centrada en sus necesidades y seguridades. Este grupo era la mayoría. Necesitaban salud y alimentación y por eso acudieron a Jesús. El peligro de este grupo es que les satisface lo que Jesús les da, pero no se quedan con Él, sino con sus cosas.

  • Los embarcados:

Este es un grupo mas reducido, donde son parte del equipo que reparte el pan y son los que andan en la barca en la que el Señor anda. Son los íntimos y cercanos. Las personas que han tomado la decisión de seguir mas de cerca al Señor, de renunciar a las seguridades de la playa para aventurarse por la noche en las aguas de un mar oscuro que les sorprenderá. La vida de fe requiere pasos concretos que nos acerquen mas al Señor y que nos permitan formar parte de una comunidad o grupo en el cual compartamos las experiencias vividas con Él. Si imaginamos a los discípulos cuando iban en la barca, probablemente hablaban de los milagros que el Señor había hecho y como se había multiplicado el pan. El peligro de este grupo es que en el momento en el que se vieron zarandeados por las olas, por la tormenta que se desató en el mar, perdieron de vista las experiencias pasadas y terminaron confundiendo Jesús con un fantasma. Vieron enfermos sanar y pan multiplicarse, sin embargo, dudaron de que Jesús era quien estaba frente a ellos caminando sobre las aguas.

  • Los arriesgados:

Mientras ellos gritaban, Jesús les dijo que era Él, pero hubo alguien que no se conformó con escuchar eso, sino que sabía que, si era el Señor, entonces que le haga caminar sobre las aguas. Los que se arriesgan le creen a la voz del Seños y lo ven en medio de la oscuridad de la madrugada. Los que se arriesgan no calculan tanto aquello que escuchan que Jesús les manda a hacer, no se vuelven “calculoides” espirituales o se lanzan al mar con un salvavidas. Pedro escuchó y se lanzó. El peligro de este grupo es la confianza en su propia habilidad. Pedro no caminó sobre las aguas porque fuera superior a los once que quedaron llorando en la barca; él lo hizo porque se enfocó en el Señor. Quitar la mirada de Jesús representa hundirse aun en las áreas donde somos expertos. Que no se nos olvide que Pedro era pescador y en mares y tormentas era un experto, pero no lo era caminando sobre las aguas.

  • Los que inspiran.

Este es el ultimo grupo: el de Jesús. Él inspiró a sus discípulos a que vayan a la otra orilla y a no quedarse en la seguridad que proporcionaba la orilla de la playa, luego los inspiró en medio de la oscuridad a no tener miedo, después inspiró a Pedro a que salga y camine sobre el agua, y finalmente le animó a que tenga mas fe. El texto dice que ellos volvieron a la barca juntos. Este grupo al igual que el anterior es reducido y a diferencia de los anteriores no tiene peligros, porque en este grupo el centro es Jesús, no nuestras necesidades, miedos o autoconfianza. Toma el riesgo y haz la prueba. Lánzate.

La fe nos coloca en una posición distinta y nos da una perspectiva diferente de la realidad en la que nos encontramos. Por eso hay mirar al corazón y revisar en el mapa de nuestra relación con Dios y preguntarnos ¿dónde nos encontramos?, ¿de qué grupo somos y de qué grupo queremos ser? Y finalmente ¿qué haremos para llegar ahí?

Si te gustó, comparte con tus amigos.