Testimonio

10 Minutos Más

En mayo 2020, durante el tiempo de la cuarentena por la situación del COVID-19, impartí un curso de sanación interior online por la plataforma Zoom, este duró aproximadamente tres semanas. Cada semana teníamos reuniones donde se predicaba y se oraba por los 50 participantes de esta experiencia.

El último día de este encuentro, mientras hacíamos oración luego de responder preguntas, no tenía la intención de hacer un rato largo de oración, sino más bien una oración de cierre agradeciendo a Dios lo que había hecho. Mientras cerraba la oración le pregunté a mi esposa qué hacer y ella me dijo, sigue orando 10 minutos más. En ese momento empecé a recibir palabras de conocimiento que fui comunicando a los participantes, los cuales confirmaban esas palabras. Entre ellos estaba Carlos, un joven de Costa Rica que tenía problemas de molestias en la movilidad de sus rodillas, producto de un accidente jugando fútbol. La palabra de conocimiento fue muy especifica y en el momento de la confirmación le pedí que ahí en su casa haga algo que no podía hacer por la molestia en su rodilla. Carlos lo hizo, flexionó, se puso de rodillas e hizo una serie de movimientos que anteriormente le causaban molestias y dolor y no sentía nada, todo estaba bien. Dios sanó la rodilla que tenía lastimada desde hacía años. Gloria a Dios.

Esta experiencia dejó un ruido en mi mente, esa noche me quedé hasta tarde pensando en cuántas veces el Señor ha querido hacer algo en nuestras vidas o en la vida de alguien más y no lo vemos porque no le damos 10 minutos más. En la relación con Dios tenemos que ser pacientes, porque tal y como decía Teresa de Jesús: “la paciencia todo lo alcanza”. No puedo negar que también me dio un poco de temor al pensar que habría pasado si no hubiésemos orado esos 10 minutos más; quizás Carlos seguiría con su rodilla dañada, sin embargo, gracias al discernimiento de mi esposa la historia fue otra.

La oración es un diálogo con el Señor en el que hablamos y escuchamos y vemos a Dios actuar. La oración no termina cuando nosotros terminamos de orar, sino cuando Dios termina de hablar y actuar. Necesitamos ser pacientes y darle tiempo al Señor, que probablemente Él quiere actuar en esos 10 minutos que nosotros entendemos que no hacen falta. Cuando te sientas cansado de pedir, de orar, de interceder y sientas que ya es tiempo de terminar, habla a tu corazón y dile: aún no, sigamos 10 minutos más.

DIOS TE QUIERE SANAR A TI TAMBIÉN

LA ORACIÓN NO TERMINA CUANDO TERMINAMOS DE ORAR

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