Escritos

LA ESPADA DEL ESPÍRITU

«Tomen también, el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios» Efesios 6, 17

Siempre me llamó la atención por qué el Apóstol Pablo relacionaba la palabra de Dios a una espada; no solo en esta Carta a los Efesios 6,17, sino también en la Carta a los Hebreos, que muchos le atribuyen (Hb 4,12).

Un día entendí esto al leer la Constitución Dogmática Dei Verbum, la cual está dedicada a la palabra de Dios; señala en su No. 12 que la biblia hay que leerla con el espíritu que fue escrita. Esto para mí fue una experiencia y comprensión que hoy en día recuerdo. A partir de ese momento empecé a relacionarme con la palabra de Dios no como un libro más de mi librero, sino como una persona. La biblia es una persona que tiene espíritu y tiene vida. La biblia es Dios mismo que sigue hablándonos hoy.

En este escrito quiero compartir contigo en esta ocasión tres funciones que desde mi experiencia he vivido con la palabra de Dios y me han ayudado a crecer.

  1. La palabra de Dios corta los malos pensamientos.

«Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón. No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta.» Hb 4,12-13

Este texto revela el poder que la palabra de Dios tiene sobre nuestro interior. La mente es la loca de la casa según Santa Teresa, y a esta loca traidora la palabra de Dios la puede sanar y transformar. En la carta a los Romanos 12,2 el apóstol Pablo sugiere un cambio de mentalidad para un cambio de vida; y en la primera carta a los corintios 2,16 nos dice que tenemos la mente de Cristo. La palabra de Dios tiene poder para cortar todo pensamiento de malicia, de angustia, de miedo, de incertidumbre, de inseguridad y temor. No hay nada oculto a los ojos de la palabra que no pueda ser penetrado por su filo, que corta y sana cuando entra a nuestro interior.

Cuando nuestra mente está centrada en la palabra de Dios y al meditarla durante nuestro día, el panorama cambia; empezamos a ver el mundo y la vida con los ojos de Dios. Perder de vista esto, es caer en el error y en el desvío, tal y como el Señor señala a su pueblo en Isaías 48,17, quien culpa al mismo de su fracaso por haber perdido de vista sus palabras.

Al meditar su palabra nuestra mente se limpia y se sana de todo aquello que la distrae y le quiere robar el lugar a Dios en nuestra vida. Medita en su palabra y tus pensamientos se irán transformando en los pensamientos de Dios.

2. La palabra de Dios nos protege del mal.

No hay escudo en la tierra que proteja mejor que su palabra. Jesús en el desierto estaba protegido por ella y por eso no cayó en la trampa del diablo al tentarlo (Mt 4,1-11). Proverbios 30,5-6 nos dice que sus palabras son una defensa para quienes se refugian en Él. La oración del Padre Nuestro termina pidiendo protección sobre el mal; por eso, alimentarnos de su palabra nos protege.

El enemigo de Dios quiere dañar la vida de sus hijos distorsionando la verdad de Dios. Cuando miramos a Adán y Eva, nos damos cuenta de que se dejaron engañar por el diablo y la palabra de Dios no pudo protegerlos en el momento de la tentación, porque ellos se enfocaron en las palabras de Satanás y olvidaron las de Dios.  En cambio, Jesús, que se refugió en las palabras de su padre en el momento que fue tentado por el demonio, no cayó en su engaño y salió victorioso.

EL DIABLO DISTORSIONA LA VERDAD CON SUS MENTIRAS

Jesús dijo:

“vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”. Jn 8,44

El diablo miente y mata, en cambio Jesús, es la verdad y la vida que vienen del Padre; por esto en Juan 15 nos dice el Evangelista que tenemos que permanecer en sus palabras para dar frutos, para no ser cortados y para vivir como hijos de Dios. Su palabra nos protege.


  1. La palabra de Dios nos da la fe.

El apóstol Pablo que habla a los romanos sobre la esencia e importancia de la predicación del evangelio dice lo siguiente en el capítulo 10,17: «Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, por la Palabra de Cristo.» Esto lo señala también la Constitución Dei Verbum 26, que dice que el Espíritu de Dios presente en las escrituras nos capacita para abrir la mente, el corazón y abrazar esa palabra que recibimos.

En una ocasión Pablo estaba predicando y había en ese lugar un hombre tullido de pies que escuchaba la predicación del apóstol, y el texto señala que Pablo identificó que el hombre tenía fe para ser sanado (Hc 14,9-10). Esta fe es fruto de la palabra que este había escuchado. La palabra de Dios nos da la fe que necesitamos para aplicarla a las situaciones que vivimos en nuestra vida.

La palabra fe en hebreo significa fidelidad. La fe en la palabra del Señor es la expresión de la fidelidad que tenemos a lo que Él es, a sus palabras, a su vida. Otro significado de la palabra fe es firmeza, la cual se vuelve una virtud en nuestra vida; virtud que tenían los santos. Los que son fieles a las palabras del Señor se vuelven firmes y son capaces de hacer grandes sacrificios por Él y por sus hermanos. La fe nos hace capaces de mantenernos firmes en las tormentas que van surgiendo en nuestras vidas, porque nuestra mirada está fija en el Señor y nuestros oídos están atentos a sus palabras.

Pide al Señor que te ayude a encarnar su palabra en tu vida, que esta te protegerá la mente; te protegerá del enemigo y te ayudará a tener una fe grande y arriesgada para aquello que te pida el Señor.

5 Comentarios

  • Martha Julissa De Dios Acosta

    A veces buscamos respuestas a situaciones de nuestras vidas, queremos aclarar pensamientos y tambien saber hacia donde dirigirnos, la palabra de DIOS para esto es VIVA y EFICAZ!, cuanto enseña!, cuando dirige, cuanto nos hace vivir. gracias Melchor, me encanto el hecho de que conociendo mas de ella nos podemos parecer mas EL y ser un reflejo de la bondad y misericordia que nos da cada dia.

  • Marite

    Excelente e importante reflexión, gracias porque una vez mas puedo ver la importancia de leer, meditar y hacer vida la Palabra de Dios. La espada, la mejor arma contra el enemigo.
    Gracias porque He estado con mi mente loca, aunque leo casi a diario las Santas Escrituras, me falta meditarla aun más, o que permanezca en mi firme todo el día. La tentación es una realidad y esta asechando. Con lo que estamos viviendo se hace una necesidad, por así decirlo, leer la Biblia. Gracias!!

  • Jonathan Plasencio

    Parafraseando… La biblia hay que leerla con el espíritu que fue escrita…. muy acertado el comentario incluso sugiero ir un poco más lejos, tenemos que intentar leerla bajo las premisas del tiempo en que fue escrita.

    Gracias por el texto. Shalom!!

  • Massiel Paulino

    Amén. Esto si es verdad, la palabra de Dios es luz, vida, nos hace empoderarnos del día a día con una perspectiva diferente, con paz, gozo, optimismo; aprendemos a ver y hacer las cosas como Jesús las haría. Bendiciones.

    • melchormaldonado

      Que bendición que escribas Massiel. Es una alegría!
      Gracias por compartir tu impresión de este escrito. Tal y como dices, una PERSPECTIVA DIFERENTE. La palabra de Dios SIEMPRE NOS DESCOLOCA.
      Abrazos y bendiciones.