Barón Mordo: el enemigo secreto de Doctor Strange

Trataré de escribir con la menor cantidad de spoilers posibles, porque si aún no has visto las películas del Doctor Strange, del universo cinematográfico de Marvel.

Este personaje, Barón Mordo, es la clave para que, en la primera película, el Doctor Strange llegue al santuario de Kamar-Taj, donde va por un deseo profundo de ser sanado de sus manos, pero termina convirtiéndose en maestro supremo de las artes místicas por accidente, sin embargo, en el proceso, va descubriendo las capacidades ilimitadas que hay en el mundo de la magia.

En la primera película, Barón Mordo empieza a desarrollar una especie de envidia por el Doctor, luego de este haber intercedido por él para que sea admitido al santuario, y al ver la velocidad de aprendizaje que tenía, el crecimiento, el manejo del poder que este poseía y la elección que hizo sobre él la capa de levitación, fue suficiente para que la corrupción invadiera su corazón y finalmente, le recriminó que este había usado el poder del ojo de agamotto, el cual tenía la gema del tiempo y el Doctor la habría usado para poder vencer al enemigo de esa película llamado Dormammu y posterior a esto, va y visita un ex alumno del Kamar-Taj, para eliminar de él la magia que lo mantenía de pie, alegando que el problema del mundo era que había demasiados hechiceros.

En un momento, Ancestral, la maestra de Strange le dice que a Mordo le hace falta ser flexible, porque a veces es muy duro y rígido con ciertas reglas, y que en algún momento podría ser un problema.

Posteriormente, en la segunda película de Doctor Strange, aparece este personaje en otro universo, pero miembro de Los Iluminati, el cual juzga duramente las acciones de doctor strange, con quien también él se pelea y en la acalorada discusión, el doctor le reprocha su envidia y doblez de corazón y este termina sacando lo que lleva dentro de sí y confirmando sus intenciones.

Creo que tendrás que ver detenidamente las acciones de este personaje para entender lo que te quiero decir, pero ojalá y pueda explicarme lo más claro posible para que si detestas este tipo de películas porque tienen magia y eso para muchos es “pecado”, al menos te vayas con el mensaje.

¿A quien se parecerá este personaje?

¿Recuerdas a los trabajadores de la viña que aparecen en el evangelio de Mateo 20, 1-16?

¿Recuerdas que estaba haciendo Barón Mordo cuando encontró a Doctor Strange en las calles del Tibet?

ÉL ESTABA BUSCANDO DISCIPULOS PARA LLEVARLOS AL SANTUARIO.

A veces nosotros llevamos un Barón Mordo por dentro; cuando evangelizamos, predicamos y traemos alguien a los pies del Señor, le mostramos la belleza de sus regalos, su ternura y sanación que nos puede ofrecer, pero cuando esta persona comienza a crecer, se puede convertir en un problema para nosotros. A Mordo le interesaba llevar más discípulos al Kamar-Taj, pero no quería que ninguno esté por encima de él, porque su motivación siempre fue estar en el centro, en el universo 616, nuestra línea temporal según el comic, y en el universo 838, universo de los iluminati.

Barón Mordo es el prototipo de líder, “hermano”, evangelizador, que es flexible consigo mismo y duro con los demás, es aquel a quien no le importa hacer lo que haya que hacer cuando se trate de castigar a alguien por lo malo que ha hecho y quien antes de renunciar a sus intereses particulares, prefiere alejarse en nombre de la defensa de su moral personal y su doctrina, pero con una doblez en el corazón que no tiene límites.

Mordo es el prototipo de aquel a quien no le importa la comunidad, no le importa la gente, solo le importa él mismo y usa la comunidad únicamente como un escalón para lograr obtener lo que quiere y para mantenerse en la palestra pública de la elección, pero en el fondo, su corazón está lejos de la comunidad y lejos de Dios.

Cuando no hemos sido sanados por Dios en nuestra interioridad, lo único que podemos llevar es amargura. Si viste las dos películas, una de las cosas que vas a ver es que Mordo nunca sonreía, siempre estaba cabizbajo, triste y con una preocupación continua por el poder y el control. Estar en el santuario no lo había liberado, como había pasado con Wong, que estaba feliz en sus labores de bibliotecario.

En nuestras comunidades, iglesias, movimientos, existimos muchos líderes que nos convertimos en obstáculos para que los que nosotros mismos trajimos al evangelio, descubran y desarrollen sus carismas. Juan cuando bautizaba dijo que era conveniente que Jesús creciera para que él disminuya; con nosotros no es la excepción, es conveniente que nosotros disminuyamos para que a quienes les anunciamos el evangelio, crezcan más y más y den fruto abundante. No hay más alegría que ver crecer a un hermano que trajimos a los pies del Señor, pero esto solo es posible cuando nosotros hemos sanado nuestras miserias humanas.

Una de las características de este personaje, que es de los principales en esta trama, es que siempre se queda solo, porque quien es duro con los demás y los usa como trampolín para lograr sus propósitos, así se queda. No sabemos lo que pasará en el MCU con este personaje, pero lo que, si sabemos, es que seguirá siendo un dolor de cabeza para el Doctor Strange y para quienes hagan cosas que se interpongan ante sus deseos.

El Apóstol Pedro en su primera carta 2,5 él dice:  «Y ustedes son las piedras vivas con las cuales Dios edifica su templo espiritual». A veces una piedra sirve en la estructura para ser pisada para que otros encuentren seguridad y estabilidad, pero en otras ocasiones una piedra puede ser un obstáculo para que una obra se realice a la perfección y hasta para ser tropiezo para quien va corriendo o caminando. Ojalá y el Señor sane al Barón Mordo que muchos llevamos dentro para que seamos piedras de construcción en las manos de Dios, para la edificación de su iglesia en el mundo.

Oremos al Señor para que nos ayude a ver al tesoro que los demás llevan dentro, especialmente aquellos a quienes evangelizamos, para que no midamos el crecimiento de los demás a partir de nuestras miserias, sino que los coloquemos en la perspectiva del inimaginable e ilimitado amor de Dios Padre, que todo lo sana, que todo lo salva y que todo lo transforma.