EL SECRETO DE LOS VENGADORES

Hay dos verdades que todo fan del Universo Cinematográfico de Marvel tiene muy claras:

1. La película Endgame fue la más esperada de la fase 3, en el año 2019.
2. La película la hemos visto más de dos veces.

Este grupo de personas llamados AVENGERS, atravesaron por una especie de proceso que los llevo a la madurez. Los vengadores, que en el año 2012 nos mostraron su primera película, donde Nick Fury, director de la agencia de espionaje S.H.I.E.L.D., recluta a Tony Stark, Steve Rogers, Bruce Banner y Thor para formar un equipo que debe evitar que Loki, hermano de Thor, se apodere de la Tierra.

En esta película, ellos eran solo un equipo de trabajo que, con sus intereses particulares, buscaban resolver un conflicto que tenían con un enemigo común, sin embargo, luego de esto, cada uno vuelve a lo suyo. Repito, ellos eran un equipo.

Posteriormente, aparece otro enemigo común y vuelven a juntarse, en esta ocasión, hasta sacan a uno del equipo de la tierra: HULK, porque este era una amenaza para todos. Luego se pelean y se dividen hasta que aparece otro enemigo en común que amenaza con destruir todo. Ya no te hago mas spoilers para que tu mismo veas las películas.

Mientras ellos eran un equipo, cada uno andaba enfocado en lo que a cada uno le concernía, hasta el punto de que Tony Stark puso en peligro la tierra por estar inventando en La Era de Ultrón. Ese es el problema de los equipos muchas veces, que cada uno va con lo suyo, a aportar algo, pero no siempre ese algo es todo.

Estos se parecen mucho a los discípulos de Jesús, quienes fueron llamados cada uno por su nombre, a una tarea común, con un enemigo común, y con un maestro que los guiaba y que, con mucha paciencia, tuvo que ir logrando una transformación en ellos. Si revisamos el proceso de transformación de los discípulos, nos encontramos con actitudes de egoísmo, donde unos querían ser los primeros (Lc 22, 24-30), en otra ocasión pedían fuego del cielo para un grupo que no les quiso hacer caso (Lc 9, 54), en otro momento los vimos sindicalizando y prohibiendo predicar a quienes no eran de su grupo (Mc 9, 38; Lc 9, 49) y el colmo de los colmos: El primer Papa armado en la última cena (Lc 22,38). Se entiende que alguna era de Pedro, porque, aunque el texto no lo señale, luego en el huerto, quien saca la espada es Pedro (Mt 26, 52).

Con esto, lo que quiero compartirte desde el corazón es en cómo anda nuestro corazón cuando a nuestros hermanos que Dios nos ha dado los vemos solo como un equipo de trabajo pastoral, para dar retiros, para predicar, para orar por una u otra persona, más no para ser amigos. Jesús en la última cena nos reveló y mostró la intención de su corazón para sus discípulos, Él dijo: “Ya no los llamo siervos, sino amigos” (Jn 15,15).

Para Jesús la amistad entre los discípulos es el fruto que evidencia que su labor discipular sobre ellos se cumplió. Él también les dijo: “No hay amor más grande que aquel del que da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13). Esa fue su última enseñanza aquella noche en que se iba a entregar por nosotros. Solo los amigos son capaces de dar la vida por los otros, no importan que tan débiles sean, que carácter tengan, que personalidad o llamado Dios les haya hecho. La amistad crea una atmosfera entre las personas que rompe todos los criterios de las lógicas humanas.

El problema de los AVENGERS en Infinity War es que no eran amigos, eran un equipo. No es hasta que se dan cuenta que lo han perdido todo, Thor perdió todo, Natasha perdió todo, Tony perdió todo, Steve perdió todo, Hulk había perdido todo. Fue solo cuando se dieron cuenta de que se tenían a sí mismos, lograron mostrar su vulnerabilidad, su miseria y ahí se dieron cuenta de que solo el tesoro de la amistad podría ayudarles a recuperar aquello que cuando eran un equipo habían perdido.

Jesús se fue a la cruz y murió abandonado por los que amó hasta el extremo (Jn 13,1) y a estos les bastó del viernes al sábado para dividirse y alejarse. Unos se fueron a Emaús (Lc 24, 13), otros se fueron al mar a pescar (Jn 21). Cada uno volvió a lo suyo. ¿Sabes por qué Jesús fue al camino de Emaús y por qué fue a la playa donde estaban Pedro sus otros compañeros? Porque Jesús sabe a donde iban sus amigos cuando tenían momentos de crisis. Que bello sería saber el lugar donde se esconden nuestros adolescentes, jóvenes y adultos de nuestras comunidades cuando atraviesan un momento de crisis.

El problema que existe en muchos lugares es la falta de humanidad; ambientes donde lo que importa de la persona es su servicio, su aporte, su valor ministerial, pero lo demás queda en el olvido. Donde la comunidad es un lugar físico donde se hacen reuniones eventuales, pero donde no se vive una fraternidad genuina propia de quienes se encuentran porque se aman y quienes se aman porque son amigos. Cuantos secretos, misterios, murmuraciones, prejuicios y otros venenos se vierten en lugares donde no se cultiva la amistad entre los seguidores del maestro.

La comunidad de los discípulos atravesó por este proceso y logró transformarse, porque se volvieron amigos de un amigo en común que era su hermano mayor: Jesús. La idea del maestro es que entremos en el corazón de los unos y los otros; esto solo se logra con la amistad. El secreto de los AVENGERS fue la amistad, como también lo fue el secreto de Jesús con sus discípulos. Una de las citas que más me fascina en este aspecto es la siguiente:

“Tan grande es nuestro cariño por ustedes, que hubiéramos querido entregarles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque han llegado a ser muy amados por nosotros”

1 Tes 2,8

No hay una mentira más falsa que aquella que a veces se promueve de que a la iglesia no se va a hacer amigos. Se dice sin malas intenciones y con una muy buena intención de que la gente vaya a enfocarse en “las cosas de Dios”; pero a estas personas a veces se les olvida que la iglesia no es el templo, que la iglesia somos los bautizados, quienes recibimos el amor de Jesús a través de nuestros hermanos, porque este es el deseo de Jesús y el fruto para que el mundo crea (Jn 15, 12-27) y así, las personas dirán de nosotros lo mismo que decían en tiempo de Tertuliano:

“¡Mirad cómo se aman!
Mirad cómo están dispuestos
a morir el uno por el otro”
(TERTULIANO, Siglo II)

Que Jesús nos dé su corazón para que hagamos amigos aquellos que llamamos a que le sirvan.

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