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¿La predicación está en crisis?

De las cosas que más me han fascinado de Jesús son su capacidad de simplificar y flexibilizar. Simplificar porque resumió los mandamientos a dos, y flexibilizar, porque no nos mete en un molde y Él, que nos dio vida y con ella una personalidad, nos llama tal y cual somos, para realizar en nosotros su plan de salvación. (si duda de eso, revise el perfil psicológico de los 12 discípulos)

En Marcos 16, 15 dice «Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.” Él los mandó a ir, pero no les dio una fórmula o esquema de cómo predicar perfectamente, sino que les mandó a que anuncien aquella experiencia de experimentarle vivo y resucitado, para enseñar lo que Él les transmitió. Esto los discípulos lo entendieron perfectamente, porque Jesús predicaba con todo, con la situación económica, con la naturaleza, con el comportamiento de los animales, etc…sin embargo, a lo largo del tiempo, el ser humano, necesitado de seguridad y esquemas, fue creando ciertos patrones, que de alguna manera, fueron confundiendo la fuerza del mensaje con la manera de transmitirlo. Cosa importante, pero no determinante.

El problema de esto es que, en muchos ambientes, se ha querido crear una estructura de predicación, de evangelización, y otros recursos de pastoral, que son excesivamente estrictos y muchas veces, excluyentes de los estilos diferentes, lo cual es peligroso, porque le roba a las personas la capacidad de sorprenderse por las diversas maneras en las que actúa el Señor. Muchas veces estos estilos, formas y costumbres, están asociadas a ciertos tipos de liderazgo que en otro tiempo fueron muy buenos, pero en la época actual, no tienen el mismo efecto que antes, porque los tiempos van cambiando y con ellos, Dios va suscitando nuevas formas de transmitir el mismo mensaje.

El propósito es que se anuncie el evangelio, independientemente de la forma y el estilo, esto siempre sin diluir, sin quitar sabor, sin eliminar el centro del mensaje, que es Cristo.

En alguna ocasión, uno que otro líder me ha expresado su parecer sobre la predicación, diciéndome y preguntándome si está en crisis, sin embargo, creo que no. Creo que lo que podría estar ligeramente atravesando por una transformación, son los estilos de predicación, más que la predicación como tal, porque la predicación es la acción de comunicar a Cristo, y esto lo venimos haciendo desde hace 2,000 años con distintos estilos y formas en el tiempo y aquí seguimos.

El propósito del predicador es acortar distancias para que quienes escuchan el mensaje encuentren menos barreras para el encuentro con Cristo. El joven rico tenía tantas cosas en frente, que creo una distancia abismal entre él y Jesús. A veces, sin malas intenciones, agregamos muchos elementos institucionales, humanos, doctrinales, que ponen una barrera entre la persona y Jesús. En Juan 8, 1-11 encontramos algo de eso, gente que llevó una mujer a Jesús, pero entre los dos, puso principalmente una ley que condenaba a muerte, sin embargo Jesús, atravesó las barreras de esa ley, llevando perdón, restauración y conversión a esta mujer.

La predicación no está en crisis, pero creo profundamente que estamos en una época distinta, los jóvenes y adolescentes (nacidos principalmente a partir del año 2000) claman a los predicadores y evangelizadores apertura para conectar con ellos y así transmitirles la experiencia de Dios. A menudo, se colocan excesivos obstáculos a jóvenes de grupos de oración, ministerios juveniles, movimientos, en su deseo de hacer y desarrollar proyectos de evangelización para las nuevas generaciones.

Cuando nos apegamos excesivamente a determinadas fórmulas, a estilos de predicación de un movimiento o líder concreto, muchas veces condicionado por una época, lugar, estructura, movimiento; cuando se repiten ciertos textos puntualmente pasando de largo otros, cuando nuestras convicciones e ideas priman sobre la predicación, ponemos una distancia entre las personas de hoy y el Jesús de siempre. Ahí y solo ahí, ponemos la predicación en Crisis.

La evangelización, la predicación es para acortar distancias entre Dios y la persona. Sería contradictorio que, Jesús que dice que ha venido a quitar las cargas de quien se siente cansado (Mt 11,28) tenga también que quitar las cargas que los predicadores le colocamos a las personas con exigencias que no tienen nada que ver con el primer anuncio. Con esto, estaríamos alejando nuevamente a las personas de Jesús, en un escenario que es exclusivamente para conectar a las personas con Él.

En la predicación hay que conocer la realidad de dónde predicamos y a quiénes le predicamos; esto es esencial para el anuncio del mensaje. No podemos perder de vista que quien obedece a Jesús, quien acepta sus reglas: amar a Dios y al prójimo, vivirá una vida ligera, porque Jesús alivia y sus mandamientos no son una carga. Desde la perspectiva humana es imposible asumir la cruz de Jesús, pero con la fuerza de su Espíritu, seremos capaces de llevar nuestra cruz y ayudar a nuestros hermanos con la suya.

En mi corto tiempo en la evangelización me ha tocado predicar en distintos países y eventos en los que he tenido que adaptarme a dichas realidades. Suelo siempre preguntar por el público, para orar por ellos, para discernir hasta qué ropa sería la más adecuada, porque todo lo que nosotros somos cuando evangelizamos Dios lo puede usar para tocar un corazón, incluso lo que menos piensas. Una vez recuerdo que un Joven en un retiro se me acercó cuando vio que tenía un polo de Darth Vader y me dijo que una persona que predique y que le gustaba Star Wars, le daba confianza para hablar de sus problemas. Recuerdo que oré por ese joven y luego en su testimonio, me reía porque Dios usó una imagen de Star Wars para sensibilizar este joven. (Claro, sé que esto a algunas personas les choca, pero a Dios le va bien siendo Dios y Él siempre va más allá de nuestra lógica)

Jesús ha venido a salvarnos, no quiere destruir nuestra vida, sino preservarla y sanarla y nunca Él nos pedirá que hagamos nada sin darnos la fuerza que necesitamos para cumplir con dicha tarea; recordemos a San Agustín que dice: «Señor, dame lo que me pides y pídeme lo que quieras«.

Ojalá y podamos abrirnos a la acción de Dios en este tiempo que requiere de apertura a los vientos de su Espíritu, para que el deseo y la valentía de salir de las cuatro paredes de nuestras mentes, nos haga llegar a los que hoy estamos perdiendo: adolescentes y jóvenes.

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6 Comentarios

  • Rosa Nelly Guante

    Dios te bendiga Melchor. No pienso que los predicadores estén en crisis. Vasta ver el despliegue por las diferentes plataformas sociales de lo receptivos que son los mensajes hacerca de la evangelización. Tengo dos jóvenes adultos (21 y 22 años). Puedo confirmar que ellos están observando y escuchando silenciosamente aprender más de Dios. Ahora bien son jóvenes que no quieren ser encasillados. Pero ellos escuchan aunque pareciera que no, ellos prestan atención y están deseando llenar sus espíritu. Amen 🙏

    • melchormaldonado

      Que bueno Rosa que hiciste la lectura llegaste a tus propias conclusiones.
      A seguir orando para que Dios siga llamando servidores a su viña en el ministerio de la predicación.

  • Sergio Calderón

    Mi amado hermano. Saludos en Cristo y María. Creo que debemos de diferencia lo que es Predicar y los recursos humanos o externos que incitan nuestros sentidos a la fe o iniciar un camino de Conversión.

    Si m pongo un suéter de la selección nacional para ir a predicar en un Congreso de 5000 personas. Va a ocurrir 2.cosas.
    Los que le gusta su selección nacional y se van a identificar. Y quizás me.escuchen.
    El otro grupo me van a criticar. Especialmente las mujeres que no.gustan de fútbol.

    Voy a dividir el.Congreso.entre los que critican y los que apoyan… ¿se logró el.objetivo en la predicación? Por supuesto que fue un error…

    La predicador tiene tantos requisitos.
    Personas orante.
    Persona de medita diaria con la biblia que me.lleve a una conversión de fe con respecto a las obras.
    Rosario diario.
    Comulgar dominicalmente mínimo.
    Vida diaria de Santos.católicos.
    Confesarme mensualmente.
    Tener un director espiritual.
    Un Confesor fijo.
    Actualizarce con Noticias Católicas .
    Fidelidad al.Vicario de Cristo. El Papa.
    Recibir un Retiro Espiritual una vez al año.
    Pertenecer a una Comunidad. No confundir con amigos.

    Puedo seguir… lo antes descrito no.menciono nada de los adornos de la predicación… si lo antes descrito y otros más… garantíza una predicación efectiva y afectiva con el poder del Espíritu Santo.

    Unidos en Oración.

    • melchormaldonado

      Bendiciones.
      Jesús nos mandó a evangelizar pero no nos dio una fórmula mágica de la mejor predicación. Cuando envió a los discípulos por el mundo los envió a diferentes culturas, por eso en Pentecostés hablaron diferentes lenguas, no la misma. Un mismo Espíritu Santo, distintas lenguas, porque para cada persona, cada pueblo y cada cultura debe de llegar el mismo mensaje, pero en su lengua.

      Creo que usted debe de leer el post nuevamente, aquí no estamos hablando de vestimentas de playeras de fútbol, creo que fue un poco machista al decir que a las mujeres no le gusta el deporte. Lea el post de nuevo.

      Y finalmente, me sorprende que diga que faltan más elementos para predicar, los cuales, de seguro ni usted mismo, ni yo, y creo que nadie, los cumple todos al pie de la letra.

      Bendiciones.

  • Cuauhtémoc

    Excelente reflexión muy a doc a nuestras realidades sin caer en las tendencias tenemos que hablar el mismo idioma que hoy se necesita para hablar de Jesús.

    • melchormaldonado

      Bendiciones!
      Gracias por tus comentarios.
      Hay que discernir los signos de los tiempos y pedir a Dios que nos dé las herramientas y el lenguaje que necesitamos para evangelizar hoy.